Existe una pregunta que se hacen muchas personas y es la de no saber exactamente, cuándo elegir un psicólogo o un coach como consecuencia de una situación personal. En este sentido, es importante delegar. Es decir, en base a la ética del buen profesional, cualquier coach que se encuentre con un caso que no puede tratar porque no tiene competencia real para hacerlo, derivará el caso directamente a un psicólogo. Hay que tener en cuenta que para ser coach no es necesario haber estudiado psicología. Sin embargo, sí que existen cada vez más casos de psicólogos que tienen conocimientos sobre coaching.
La crisis económica y los problemas laborales también están generando una gran demanda social de ayuda y de apoyo. Pues bien, en este sentido, conviene tener en cuenta que existen organizaciones que apoyan de una forma muy positiva. Por ejemplo, el Teléfono de la Esperanza que tiene sede en diferentes ciudades de España. Del mismo modo, Psicólogos Sin Fronteras de Cataluña es un grupo formado por especialistas cualificados.
Un coach puede abarcar muchos temas a nivel laboral. Por ejemplo: lograr objetivos, cumplir metas, mejorar la comunicación, trabajar en equipo, desarrollar habilidades para hablar en público, potenciar el liderazgo, crear un buen ambiente de trabajo… Sin embargo, existen otras situaciones vinculadas con lo laboral que debe tratar un psicólogo, por ejemplo, una depresión o también, un caso de ansiedad agudo.
De hecho, los términos que se manejan en psicología y en coaching también son diferentes. Por ejemplo, en psicología se utiliza el término paciente para denominar a aquella persona que necesita de la ayuda de un psicólogo. Por el contrario, en coaching se utiliza el término cliente o coachee para remitir a una persona que acude a la consulta de un coach.