La elaboración de un buen plan de negocio es fundamental para toda empresa tanto si comienza su andadura para poder obtener financiación como si ya ha iniciado su trayectoria y está consolidada dado que igualmente es preciso para poder optar a créditos, capital riesgo o dar entrada a una inyección de capital o a inversores privados. Sin embargo, no siempre el plan de negocio se elabora adecuadamente y se tiende a cometer algunos errores básicos que se deben tener en cuenta también en su reelaboración o revisión.
La primera de las claves es tener bien presente las previsiones de ventas, de manera que no se incluyan datos que son imposibles si se atiende a la posición de la empresa dentro del mercado y de la demanda existente para el servicio o producto que se comercializa. De esta forma, las previsiones de ventas deben ser razonables, teniendo también presente para un aumento de ventas se puede producir un incremento de los recursos y de costes que no hay que olvidar.
Igualmente importante es tener presente la competencia, evitando que el plan de negocio se centre sólo en el mercado y el papel de la empresa y su posición en el mismo.
Fundamental es realizar una exhaustiva evaluación y análisis de las oportunidades que ofrece el mercado para prever unos márgenes de crecimiento que realmente se ajusten a la realidad.
Y, finalmente, cuidado con los beneficios y con hincharlos o con datos de ejercicios anteriores que se hayan reflejado y que no se hayan conseguido, ya que en este contexto hay que adoptar una posición muy realista y no esperar a que las ventas se incrementen en los próximos ejercicios de forma ilusoria para alcanzar los beneficios que se habían esperado. Ideas como descartar una mayor motivación del equipo de ventas o trasladar la carga a los trabajadores no son tampoco buenas opciones a tener en cuenta en la elaboración del plan de negocio.