Hablar en público sin nervios


Los nervios suelen ser los grandes enemigos en una presentación oral. Cuando una persona tiene que hablar en público se siente vulnerable frente a la opinión ajena: surge el miedo al ridículo, el temor al fracaso y también, el miedo a no saber responder las preguntas de los interlocutores. ¿Cómo controlar los nervios en una presentación en público?

En primer lugar, familiarizarte con el entorno en el que vas a dar tu charla te servirá de gran ayuda. Por tanto, no dudes en buscar la forma de poder ensayar aunque sea una vez tu conferencia en la sala de actos. Visualizarte a ti mismo en ese entorno también te da mucha seguridad.

Por otra parte, la ropa que elijas para ese día también es muy importante porque tienes que optar por un look con el que te sientas muy seguro y muy cómodo. En este sentido, los conjuntos clásicos suelen ser los más utilizados por las personas al hablar en público para que la ropa no reste protagonismo a lo verdaderamente importante: el mensaje.

El día anterior al discurso no ensayes más y descansa. Haz algo para distraerte: ir al cine, quedar a tomar un café, salir a dar un paseo… Un discurso tiene que prepararse con tiempo y ensayarse muchas veces. Eso es lo que te da seguridad. Puedes tomar una tila antes de la presentación para estar más calmado. En realidad, se aprende a controlar los nervios en una ponencia a base de superar pruebas de este tipo. Es decir, a través de la experiencia. Por ello, para aprender a hablar en público, aprovecha cualquier oportunidad que se te presente para poder poner en práctica tus habilidades comunicativas.

Para superar el miedo a no saber responder recuerda que nadie sabe de todo y que con toda la humildad del mundo, puedes responderle a esa persona que aunque desconoces el dato exacto lo consultarás y le responderás por correo electrónico, por ejemplo.

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