Los recursos humanos son muy importantes en una empresa puesto que toda empresa se compone de personas. Y analizando la situación con objetividad, no sólo es importante favorecer el rendimiento y la productividad, sino en primer lugar, el bienestar. Al igual que sucede en el amor, cuanto mejor está una persona consigo misma, más capaz es de concentrarse en un objetivo externo. Hacer un buen uso de los recursos humanos implica pensar desde la perspectiva de la totalidad, es decir, del equipo pero también, desde la individualidad de comprender que cada persona es importante.
Existen personas que se sienten en la sombra del talento ajeno ante la extraña sensación de que existen los favoritos del jefe. Existen trabajadores que creen que son invisibles porque ante la filosofía de ausencia de motivación de tantas empresas, no se sienten reconocidos.
Cómo gestionar bien los recursos humanos
Una de las funciones de los recursos humanos es mejorar el clima de trabajo porque en un ambiente tóxico o contaminado también se bloquean las capacidades creativas de muchos trabajadores que no se acostumbran a trabajar bajo una presión insana. El ambiente sano es básico.
Crear una visión de equipo en la empresa y tener una visión común también ayuda a mejorar el clima general.
Para ello, se debe dar a cada persona su sitio, a través de gestos tan sencillos, como recordar el nombre de cada uno de los trabajadores o decir mensajes positivos.
Integrar el coaching dentro de los recursos humanos es una buena iniciativa para gestionar cambios humanos en la empresa.
El riesgo de jugar con las personas
Tener un trabajo humano implica tener la responsabilidad añadida de saber que no existe nada que merezca tanto respeto como una persona. Teniendo clara esta premisa, la ética de una empresa debe velar por el cuidado de sus trabajadores. Por positiva y proactiva que sea una persona, si trabaja en un entorno contaminado, finalmente, se dejará arrastrar por esa fuerza. Por ello, la empresa también tiene que hacer autocrítica interna.