Las reglas del e-mail marketing con los clientes


Realizar adecuadamente el e-mail marketing para que sea efectivo y se puedan obtener resultados con este sistema requiere de una serie de pasos y de unas reglas básicas que conviene conocer de antemano de cara al cliente para captarlo y mantener su atención.

Y es que con unos sencillos consejos y pasos clave se puede mejorar notablemente el resultado de las campañas de e-mail marketing que se realicen desde la empresa para atraer a más clientes y, en consecuencia, aumentar las ventas de la compañía.

Elegir destinatarios

Uno de los primeros pasos es plantearse los destinatarios a los que se les va a enviar el e-mail. De esta manera, es fundamental tener claro que no se deben enviar e-mails a personas que realmente no los esperan o que no pueden estar interesados, siendo conveniente evitar a toda costa hacer un envío indiscriminado y sin focalizar en las personas o clientes que pueden estar interesados en los productos o servicios. También hay que evitar comprar una base de datos porque suele ser una acción poco efectiva.

De esta manera, es fundamental tener un control sobre las operaciones de captación, sobre todo, si están contratadas a través de una agencia de generación de leads para cerciorarse de que aporta la calidad de leads que se desea.

Base de datos

El siguiente paso es mantener la base de datos propia totalmente saneada y actualizada porque es clave en el e-marketing con el fin de tener los contactos de las personas que están realmente interesadas en recibir el e-mail y estar informados de novedades, productos, servicios…

En este análisis es primordial utilizar todos los datos que se tengan de los clientes para segmentar la base de datos en grupos homogéneos que compartan hábitos de compra o bien tengan una percepción similar de la marca.

Identificación de la empresa

Otro punto clave es que la identificación de la empresa en el e-mail debe ser clara para que los clientes lo puedan identificar sin problemas y llegue mejor, además de contribuir a generar una relación de confianza y favorecer la fidelidad del cliente.

Además de ello, es fundamental también el trato que se les da a los clientes, siendo conveniente no tratarlos como direcciones de e-mails. Para ello, es importante pensar qué tipo de relación se quiere tener para, en función de ella, proceder a personalizar e-mails, responder a aquellos que envíen los clientes…, según considere la empresa.

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