Una óptima gestión del stock es clave para potenciar el éxito de un negocio. En ocasiones, se produce un exceso de inventario que crea una consecuencia negativa: incrementa la presencia de elementos inmovilizados, es decir, que no han logrado su verdadera finalidad. Así sucede cuando un material no ha captado la atención del público objetivo y sigue ocupando un espacio en el almacén. Por esta razón, surgen diferentes metodologías y propuestas para incrementar la eficiencia en la gestión. A continuación, enumeramos las características del stock cero.
Qué es el stock cero
Una hoja de ruta que alinea las existencias con la previsión de las ventas. Es decir, existe un perfecto paralelismo entre ambos planos. De este modo, al adquirir estrictamente los recursos necesarios, se reduce el riesgo de que el almacén acumule un exceso de material inmovilizado a medio o largo plazo. Por tanto, la planificación responde a la demanda en función de los pedidos.
Ventajas del stock cero
El planteamiento del stock cero produce diferentes ventajas, siempre que la medida indicada se alinea con las necesidades de la empresa. Es decir, no es una propuesta que responda de forma universal a las expectativas, prioridades y proyección de cualquier negocio. Pues bien, el ahorro económico es uno de los beneficios directos de un sistema que incrementa el nivel de acierto en la inversión. Los recursos destinados a esta finalidad se aprovechan perfectamente.
Es importante potenciar el cuidado y el mantenimiento de los elementos que se integran en el inventario de productos. El seguimiento de cada producto se simplifica por medio de la propuesta del stock cero. En este caso, es fundamental almacenar los recursos clave. Y la simplificación del inventario produce una consecuencia directa: el tamaño del propio almacén también se reduce. Este debe proporcionar la estructura, el orden y el soporte deseado para organizar las existencias que van a venderse.
Es un enfoque que incrementa el nivel de dinamismo en el inventario y evita las pérdidas que pueden generarse cuando algunos productos del catálogo permanecen en el almacén durante mucho tiempo. En ese caso, cambia la percepción del valor de un bien que, por otra parte, presenta unos costes añadidos (aquellos que hacen posible su mantenimiento en el almacén).
Dificultades del stock cero
Antes de optar por una elección definitiva, conviene analizar su propuesta de valor desde un ángulo integral. Las ventajas ponen el acento en los beneficios que se derivan de esta estrategia. Sin embargo, es un enfoque que presenta un inconveniente significativo. Incrementa el nivel de dificultad en la respuesta o en la búsqueda de solución cuando surge un imprevisto que interfiere en el ritmo de trabajo y modifica el plan inicial. Y eso es algo que puede suceder en cualquier momento (aunque no sea posible predecir el tiempo exacto en el que se materialice el incidente que obligue a buscar un plan alternativo).
Por tanto, es recomendable que el almacén no acumule un exceso de elementos que permanecen inmovilizados durante mucho tiempo. Por el contrario, el dinamismo de los productos se alinea con las ventas. El stock cero puede presentarse como una aspiración que, sin embargo, sea difícil de alcanzar en la práctica. Sencillamente, es un planteamiento que más allá de sus ventajas o inconvenientes debe adaptarse a las necesidades del proyecto que pone en marcha esa estrategia.
Para que el inventario cero sea una posibilidad, debe existir una excelente planificación basada en objetivos realistas. Pero conviene recordar que incluso la planificación que parece más excelente puede presentar diferentes inconvenientes cuando se producen imprevistos que modifican la rutina de trabajo, la gestión del almacén y el envío de los pedidos.