Cuando un trabajador vive inmerso en la presión del estrés y de la ansiedad tiene grandes dificultades para sentirse bien. Por ello, su rendimiento laboral de una forma lógica también es menor. Pero además, se pierde espontaneidad e ideas creativas a la hora de hacer las cosas. ¿Cómo se puede reducir el estrés? En primer lugar, teniendo en cuenta que el cuerpo humano tiene un límite, por tanto, respeta los tiempos de descanso en la rutina diaria. También conviene poner un límite a las actividades fuera de la oficina.
No se puede llegar a todo. Por otro lado, es excelente tener una vida saludable, evitar el tabaco, el exceso de alcohol, y disfrutar de la dieta mediterránea. Dar un paseo diario ayuda a entrar en contacto con uno mismo pero además, el deporte también fomenta emociones gratificantes como la ilusión, el optimismo y la alegría. Del mismo modo, el estrés se reduce en la medida en que se mejora la relación con los compañeros de trabajo ya que de esta forma también te sientes mejor contigo mismo.
Para ello, es positivo aprender a elogiar el trabajo de los demás. En la medida en que haces sentir bien a aquellos que te rodean, los demás, intentan hacer lo mismo contigo. Por otro lado, también es fundamental trabajar la propia autoestima y el concepto interior para poder sentirte valorado incluso en medio de un conflicto laboral.
El estrés a largo plazo puede llegar a somatizarse. Por ello, conviene escuchar las emociones a tiempo para cuidar de la salud y del bienestar de uno mismo. En más de una ocasión, el estrés va acompañado de ansiedad y a veces, puede necesitarse la ayuda de un psicólogo para cambiar el modo negativo de percibir las cosas para optar por el pensamiento positivo de una vez por todas.
qué magníficos consejos Maite! al final hay que optar por lo positivo en todos los ámbitos verdad? y el del trabajo es muy importante. saludos