Una empresa no solo gestiona la economía material de los gastos e ingresos de un negocio sino que también, un jefe gestiona la economía de la motivación en su equipo de trabajo. Y aunque el nivel de motivación de un profesional en su puesto de trabajo tiene mucho que ver con las condiciones de dicho empleo, lo cierto es que un porcentaje muy alto del nivel de motivación en la empresa está vinculado con la comunicación que el jefe pone en práctica en su día a día en la oficina. Existen tres consejos de comunicación asertiva que los jefes pueden poner en práctica en la empresa.
Realizar las críticas en privado
Cuando un empleado recibe una crítica en público puede sentirse ridiculizado, infravalorado o humillado por su jefe delante de sus compañeros de trabajo. Por el contrario, desde el punto de vista de la empatía es mucho más constructivo mantener esta conversación con el empleado en el despacho y explicarle los puntos de vista concretos de forma privada.
Ofrecer los elogios en público
Por el contrario, un elogio en público no solo resulta mucho más agradable para aquel profesional que se siente reforzado delante de sus compañeros, sino que también puede ser un antídoto para que los demás miembros de la empresa, se impliquen más en su trabajo. Uno de los aspectos que más admiran los empleados es tener un jefe que sabe reconocer el trabajo bien hecho.
Pedir disculpas
Otra actitud que también puede ayudar a gestionar la economía de la motivación en la empresa es que el jefe tenga la humildad para disculparse ante un empleado por una razón concreta. Los jefes también tienen días malos, y en ocasiones, descargan su frustración ante una causa poco objetiva. En ese caso, pedir disculpas y reconocer un error hace a un jefe más humano todavía.