Las personas tenemos la capacidad de lograr grandes metas o por el contrario, de boicotear nuestros sueños cuando nos dejamos llevar por el miedo que está unido a cualquier deseo. Es decir, cuando en tu mente surge un deseo importante, también se desencadenan una serie de temores asociados. Diferenciar entre el miedo y el deseo en sí mismo es básico para no caer en excusas habituales que alejan a cualquier trabajador de su éxito profesional.
No tengo tiempo
El factor tiempo influye en la vida de las personas de una forma evidente. Sin embargo, cuando una persona de verdad desea conseguir algo a nivel laboral, encuentra tiempo para ello. Es decir, busca la forma de gestionar su agenda de forma que pueda dedicarse a esa parcela que le interesa.
Cuando las personas aseguran que no tienen tiempo se olvidan de que éste no es una propiedad material. Pero además, desperdician su presente creyendo que ya llegará un momento mejor. Vive con inteligencia emocional siendo dueño y no esclavo de tu tiempo.
Es muy difícil
Es la excusa más repetida por muchas personas que acuden a hacer un proceso de coaching y quieren lograr un objetivo. Este mensaje que es tan fácil de pronunciar desencadena una serie de reacciones en tu mente. Y es que, quien pronuncia esta frase se queda de brazos cruzados sin intentar alcanzar un sueño porque ha dado esa meta por imposible. Un ejercicio posible a nivel de pensamiento positivo es cambiar este mensaje por la idea “no es tan fácil”.
Ya tengo una edad
No nos condiciona tanto la edad que tenemos como la percepción que tenemos de nosotros mismos. Así se explica que existan personas que siguen muy activas e ilusionadas después de la jubilación, mientras otras no encuentran algo que les apasione. Para alcanzar tus metas a nivel profesional, tienes que dar más valor a tu derecho a ser feliz, a tu experiencia y a tu capacidad que a tu fecha de nacimiento.