Trabajar en una empresa tiene muchos matices diferentes. Uno de ellos, viene determinado por el tamaño de dicha empresa. Existen empleados que quieren formar parte de un gran proyecto. ¿Pero qué ventajas reporta trabajar en una empresa que tenga menos de 250 empleados? Por una parte, el trato es más cercano y accesible.
El jefe conoce bien a sus empleados, sabe todos sus nombres y su historial profesional. Está claro que el ambiente viene determinado por el carácter de cada uno, pero por lógica, siempre es más ideal trabajar en una empresa que se basa en el modelo de una gran familia. Por ejemplo, es más fácil que en una empresa pequeña, un empleado pueda pedir un favor puntual, como por ejemplo, un horario más flexible un día determinado o pedir un adelanto del sueldo por motivos concretos.
En una gran empresa, existen muchos intermediarios en el proceso de la comunicación. Por tanto, al final, el mensaje puede acabar distorsionándose. En España, existen muchas pequeñas y medianas empresas, centradas especialmente en el sector servicios. Por tanto, por una cuestión de estadística, un empleado tiene más opciones de terminar trabajando en una empresa de este tipo.
Por otro lado, en una Pyme los empleados, con frecuencia tienen más capacidad de adaptarse a funciones diferentes. Por ello, aprenden más. Por el contrario, en una gran empresa, cada empleado realiza una función determinada y marcada. Es verdad que a nivel de proyección es más fácil evolucionar en una gran empresa. Sin embargo, en una pyme que sea rentable, el jefe también se esfuerza por tener contentos a sus empleados. En el entorno laboral, las cosas no siempre son ideales, pero es mejor adaptarte lo mejor posible para ser feliz con lo que tienes. ¿Cuál es tu experiencia trabajando en una Pyme?