La comunicación corporativa muestra la suma de diferentes canales. Una entidad proyecta una imagen de sí misma no solo con su presencia online o las palabras utilizadas en cada mensaje: el código de vestimenta adquiere una especial relevancia en empresas y negocios. Hace referencia a aquellas indicaciones que definen el estilo deseado en la compañía. ¿Qué beneficios aporta el dress code en un negocio?
1. Transmitir una imagen de equipo
Una organización está formada por diferentes perfiles y departamentos. Cada persona ocupa un puesto específico, pero se integra en un equipo. ¿Cómo transmitir unidad y cohesión desde una mirada holística? El código de vestimenta incluye el lenguaje corporal en la comunicación de empresa.
La imagen del grupo transmite una uniformidad que los clientes valoran de manera positiva. El código de vestimenta puede ser determinante para que un comprador reconozca al profesional que trabaja en el lugar (incluso antes de establecer un primer contacto).
2. Destacar los valores de la empresa
Los valores de la empresa se perciben a través de distintas fuentes de información. Las acciones que dejan una influencia positiva en el entorno reflejan la búsqueda de la excelencia. Es recomendable que los propios empleados representen el nombre de la entidad en la que trabajan.
Si comparten la filosofía del negocio, es más probable que el vínculo entre las partes se prolongue en el tiempo. Existen aspectos que son internos al propio trabajador y otros factores que están determinados por el entorno. La empresa tiene en cuenta la imagen que quiere proyectar. Por ello, establece normas concretas para definir un código de vestimenta que es acorde a la expectativa corporativa.
3. Mejora la comunicación entre la empresa y los empleados
Como ves, la comunicación es inherente al vestuario utilizado. Esta comunicación puede integrarse en la conexión entre los trabajadores y el público objetivo. Pero el diálogo también se desarrolla entre la propia entidad y el equipo. Existen cuestiones relevantes que quedan clarificadas en el contrato. Del mismo modo, las reuniones ofrecen un espacio dinámico para resolver preguntas sobre el proyecto.
¿Pero qué sucede si un empleado tiene dudas en relación con sus looks profesionales? Puede ocurrir que un estilismo se alinee con su gusto personal pero no se ajuste completamente al criterio establecido en el código de la entidad. Pues bien, el código es esencial para resolver cualquier duda. Cuando el dress code está perfectamente integrado en la organización, los profesionales que se incorporan al proyecto pueden captar el estilo corporativo a través del ejemplo de quienes ya forman parte de la plantilla.
4. Diferenciación y coherencia
Es importante que el responsable de la empresa tome decisiones constructivas para nutrir y fortalecer la imagen de la entidad. Cada proyecto debe ser fiel a su esencia. En consecuencia, necesita diferenciarse de los demás para ser verdaderamente reconocible por su propuesta de valor.
El objetivo de la diferenciación no solo se manifiesta en la creación de un buen catálogo o en una excelente atención al cliente. El código de vestimenta transmite profesionalidad, cercanía y compromiso con el nombre de la empresa.
5. Cercanía
El estilismo hace que el rol profesional del empleado sea perfectamente identificable en las instalaciones de la empresa. Incluso antes de que se produzca cualquier tipo de presentación. La comunicación del lenguaje corporal transmite cercanía y confianza porque la persona representa los valores de la compañía.
El código de vestimenta tiene en cuenta el criterio estético. Pero no deja en un segundo plano un aspecto que es determinante en muchos sectores: la seguridad. Así ocurre cuando el profesional debe utilizar un vestuario que se adapta a las necesidades del contexto en el que desarrolla su labor.