Se aprende a buscar trabajo a través de la práctica y de la experiencia. Es muy humano cometer fallos en el currículum, especialmente, cuando se trata de redactar el primero para enviarlo a las empresas y buscar trabajo.
Poner datos de relleno
Existen jóvenes que al ser conscientes de que su currículum es más corto que el de otros candidatos por no tener experiencia práctica que añadir, terminan poniendo datos de relleno que en realidad no aportan contenido de valor solo porque confunden la calidad con la cantidad.
Mentir en algún dato
Una mentira nunca conduce a buen puerto y todavía menos cuando se trata de una falsedad que te lleva a mostrar una imagen equivocada de ti mismo. Se trata de buscar trabajo en base a tu propio talento mostrando las cualidades que hay en ti y no recurriendo a aspectos artificiales. La tendencia más recurrente es la de incrementar el nivel de la comprensión de inglés.
Mala redacción
Algunas empresas descartan de entrada el currículum por su mala redacción ya que es contradictorio que un estudiante que ha finalizado una carrera cometa fallos de estructura o pongas faltas de ortografía.
No personalizar el currículum
Existen jóvenes que realizan un único currículum, imprimen bastantes ejemplares del mismo y lo envían a las direcciones correspondientes. Este fallo te hace perder mucho tiempo porque no te permite observar el feedback que tienes por parte de las empresas. En cambio, si vas haciendo cambios en tu currículum y carta de presentación podrás darte cuenta, a partir de la respuesta que obtienes, de cuál gusta más.
Evita el uso de lenguaje muy técnico
En algunos casos, el uso de lenguaje técnico puede conducir a errores en su interpretación. La claridad siempre es un punto a valorar en la forma de expresión.