Una carta de presentación va tomando forma distinta a lo largo de los años porque es una entidad dinámica que refleja la carrera laboral de un trabajador. La carta de presentación siempre es un buen complemento del currículum, sin embargo, todavía lo es más ante la búsqueda del primer trabajo porque se convierte en un medio fantástico para expresar inquietudes, cualidades y motivaciones personales.
Cómo redactar tu carta de presentación
En el primer párrafo de tu carta de presentación puedes comenzar explicando el motivo concreto por el que te pones en contacto con esa empresa. En un segundo paso, puedes explicar qué estudios acabas de finalizar y en qué centro has cursado tu título. Intenta explicar algunos puntos positivos de la formación que has recibido en ese centro de estudios y que puedas vincular con el puesto de trabajo al que quieras optar.
Del mismo modo, conviene que especifiques si has realizado prácticas de empresa. En ese caso, detalla en qué lugar las has realizado y qué función has llevado a cabo. Cuida mucho tu lenguaje en la carta de presentación para que tu discurso sea positivo. Existen mensajes que puedes reflejar por escrito, como por ejemplo, me siento capacitado y preparado para desarrollar esta función.
Elogia lo que más te gusta de esa empresa. No se trata de ser pelota sino de expresar claramente aquello que admiras. En tu carta de presentación también puedes hacer alguna referencia a tu currículum para generar interés en el receptor de tu mensaje.
Errores que debes evitar
Una carta de presentación es algo personal, el reflejo de ti mismo. Existen personas que siguen al pie de la letra el esquema de un modelo establecido, sin embargo, ser uno más, en ocasiones, implica pasar desapercibido. Los errores que no debes cometer son extenderte más de un folio, tener faltas de ortografía y resultar repetitivo.
Dedica tiempo a escribir la carta, déjala guardada en un cajón durante varios días y luego vuelve a releerla para hacer cambios.