El departamento de recursos humanos de una empresa, a veces, no tiene una función nada sencilla a la hora de contratar al mejor empleado en una entrevista de trabajo. Existe mucho potencial y mucho talento, por ello, cuando una empresa se encuentra con muchos profesionales cualificados debe mirar con lupa hasta los más mínimos detalles para poder elegir bien al cien por cien.
En primer lugar, en una entrevista de trabajo, es mejor que el candidato no muestre una actitud pasiva, es decir, no se limite a responder a las preguntas. Si observas iniciativa y notas que tiene inquietudes, entonces, hará preguntas que serán un reflejo del comportamiento proactivo y creativo que el trabajador tendrá dentro de la propia empresa.
Por supuesto, el currículum es un elemento a valorar muy en positivo en una persona. Por ello, la entrevista también puede ser el momento de contrastar los datos que aparecen en el currículum con la información que aporta el candidato. Y es que, existen personas que tienden a mentir y a disfrazar la realidad para poder acceder a una oferta.
La sinceridad es un elemento que se debe valorar mucho en un proceso de selección porque dicha sinceridad está vinculada con valores de éxito como el esfuerzo, la honestidad y la ética del trabajo bien hecho. A un trabajador se le conoce mucho por la información que aporta en una entrevista. Para ello, observa y estate bien atento a la hora de comprobar si el candidato critica en algo a su anterior empresa o a su anterior jefe. Alguien que se comporta así no es la mejor opción porque en un futuro puede volver a comportarse del mismo modo.
En una entrevista también debes valorar la seguridad que muestra el candidato. Alguien con una buena autoestima puede aportar muchas cosas buenas a dicha empresa.