Existen distintos perfiles profesionales en el marcado laboral. Por ejemplo, algunos talentos están en constante búsqueda de nuevas oportunidades. De este modo, no se quedan de forma definitiva en una compañía, sino que planifican cambios a corto plazo. Los profesionales que protagonizan este esquema de comportamiento toman esta decisión por motivación interna. Quieren vivir distintas experiencias en su vida laboral porque cada oportunidad llega acompañada por aprendizajes significativos.
Avanzar de un empleo a otro
El job hopping, por tanto, es una tendencia que conquista, especialmente, a los más jóvenes. Este plan de desarrollo profesional, que fomenta la proactividad en la búsqueda de un empleo mejor, se asienta sobre la base de la formación continua. El currículum de los jóvenes que experimentan esta dinámica es un reflejo de los beneficios que produce la formación permanente. Este contacto frecuente con el saber, y la adquisición de herramientas y habilidades, son claves para incrementar la buena suerte en la búsqueda de otras oportunidades.
Perfiles tan cualificados aportan un elevado valor a los equipos. Sin embargo, algunos profesionales pueden ser descartados en un proceso de selección si la expectativa del cambio no está alineada con aquello que busca dicha entidad. Es decir, quizá el responsable de recursos humanos tema que ese perfil se marche pronto de la compañía. La novedad buscada por iniciativa propia se enmarca, a su vez, sobre un escenario cambiante marcado por la inestabilidad.
Deseo de cambio en el corto plazo
Es muy probable que un perfil de estas características tenga la expectativa a corto plazo de cambiar de empleo y hacer nuevas entrevistas de trabajo. Y, por tanto, está inmerso en esa búsqueda. Esta nueva tendencia refleja un cambio de mentalidad respecto a otras generaciones. La búsqueda de un trabajo para toda la vida es una ilusión que quedó atrás, pero las propias circunstancias han cambiado respecto al pasado.