Una cooperativa se constituye por la libre asociación de varias personas que emprenden un negocio que se concreta a partir de la toma de decisiones democráticas de sus integrantes. Existen distintos tipos de cooperativas en función de la actividad que enumeramos a continuación. Fue en la Revolución Industrial cuando surgió con fuerza el asociacionismo como medio para generar cambios.
Cooperativas de trabajo asociado
Un modelo de colaboración frecuente en el contexto actual. Esta cooperativa está integrada por distintos socios que se asocian para generar una producción de bienes o servicios. Una cooperativa que se pone en marcha con la motivación de llevar a cabo objetivos colectivos que se materializa a través de la adhesión voluntaria de los socios. Las cooperativas industriales pueden ser, a su vez, de trabajo o de producción.
Cooperativas agrarias
Este tipo de cooperativa pone en valor el impulso, el desarrollo y la especialización en el trabajo del desarrollo rural por medio de la gestión de los recursos. Este tipo de cooperativa se contextualiza en el sector primario.
Cooperativas de servicios
En este tipo de cooperativa se enmarcan aquellas que ofrecen servicios de distintas características. Servicios profesionales, empresariales o institucionales. En este contexto se enmarcan otras. Por ejemplo, las cooperativas de ensañanza que son aquellas que gestionan acciones docentes. Las cooperativas sanitarias, las de transporte y las de crédito también se enmarcan en este punto. Cooperativas de servicios que conectan con el contexto del valor del consumo.
Cooperativas de viviendas
Una sociedad mercantil que está integrada por distintos socios, una sociedad que se contextualiza en el marco del sector inmobiliario. Un grupo de personas se asocia con el objetivo común de acceder a una vivienda por las mejores características de calidad y precio. Este modelo también se clasifica como cooperativa de servicio.