La forma en la que vemos la vida y nuestra realidad también está determinada por la situación profesional del momento. La visión que tiene una persona al inicio del periodo del desempleo no es la misma que aquella que tiene después de unos meses sin trabajo. En una primera fase, los parados están muy motivados e incluso optimistas ante la búsqueda de una nueva oportunidad.
Sin embargo, en una segunda fase comienza el desánimo al ver el horizonte un tanto oscuro en medio de las estadísticas de desempleo descritas en los telediarios y el propio conocimiento de casos similares en el entorno más cercano. Desde esta perspectiva se produce lo que se conoce como la visión en forma de túnel.
Qué es la visión en forma de túnel
Esta expresión remite al modo lineal de interpretar la realidad que tiene el desempleado que proyecta una imagen negativa de su futuro a partir de su situación presente. La visión en forma de túnel es cerrada, abarca un campo de la realidad reducido. Sin embargo, existen aspectos que el desempleado no puede ver porque ha perdido la fe en ellos.
Es decir, al desempleado que ha perdido la esperanza le cuesta mucho esfuerzo ver alternativas y siente que todo su destino se juega a una sola carta desde el dramatismo de quien siente que no tiene posibilidades de encontrar trabajo.
Cómo recuperar la luz
No es nada fácil ser optimista en un periodo de desempleo de larga duración. Sin embargo, puede poner su foco de atención en mantenerse activo. En primer lugar, es fundamental tener una vida sana en la que el deporte sea un ingrediente vital. Del mismo modo, el desempleado debe mantener el contacto con sus amigos y conocidos y no aislarse.
Para finalizar, la actividad también surge de la búsqueda activa de empleo, de la realización de cursos, de la asistencia a charlas y conferencias, participación en congresos, lectura de libros y realización de actividades de voluntariado. Cuanto más activo estás, más optimista eres.