Cómo aprender de los errores


En el ámbito empresarial de vez en cuando se cometen errores. Son situaciones ante las que no hay que lamentar a pesar de las consecuencias, que deben afrontarse lo más rápido posible para paliar sus efectos. Además, deben afrontarse de forma positiva porque hay errores de los que se aprende. Tan sólo hay que seguir unos pasos que, igualmente, pueden adoptarse por parte de los trabajadores cuando cometen alguna equivocación en su labor.

Es importante tener presente que se debe perder el miedo a equivocarse porque puede suponer un freno para el desarrollo de la actividad o la evolución positiva de la empresa. Evidentemente no hay que tomar decisiones a la ligera, pero tampoco permanecer pasivo o inmóvil por miedo a equivocarse.

Cómo aprender

Lo primero que se debe hacer es cambiar la actitud y la mentalidad. Hay países en los que los errores, incluso, los entendidos como fracasos no son un lastre. De hecho, se valoran siempre que la persona haya aprendido de ello. Y para realizar ese aprendizaje hay que ser consciente de que en cada error hay una lección que aprender para lo que es fundamental reconocer y asumir que uno se ha equivocado. De esta manera, no es nada conveniente culpar a los demás de los errores, ya sean compañeros o empleados. Tras asumir el error, la persona puede encontrar un nuevo camino para seguir adelante.

Consejos

No obstante, también hay otras pautas que pueden seguirse para evitar el error. Una de ellas es no pensar bien las decisiones y sopesar las consecuencias de lo que se decida finalmente. Es fundamental adoptar una postura equilibrada entre saber qué hacer y qué no.


También hay que ser consciente de que es más importante la eficacia que la eficiencia y que es mejor centrarse en unos determinados trabajos o negocios que tratar de abarcar más de lo que se puede. Es más favorable hacer menos, pero mejor que mucho y nada bien. Y vital es saber delegar para que tener que tomar un exceso de decisiones o hacer demasiadas funciones no conduzca directamente al error.

Y, en el caso de haberse equivocado, lo mejor es saber pedir disculpas a las personas afectadas. Tomar buena cuenta de lo que ha sucedido y aprender de ello para la siguiente ocasión.

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