Uno de los problemas principales a los que se tienen que enfrentar los emprendedores a la hora de constituir y poner en marcha una empresa es la realización de los diferentes trámites que, a veces, se prolongan en exceso en el tiempo. Sin embargo, España ha conseguido reducir este espacio temporal para que sea más fácil y rápido abrir una empresa.
De hecho, según los datos que ha dado a conocer el Instituto de Estudios Económicos (IEE), que se basan en las estadísticas del Foro Económico Mundial, España ha conseguido reducir a 28 días el tiempo que es necesario para abrir una empresa. Un dato que contrasta con los 47 días que eran necesarios en el año 2010.
A la cola europea
Sin embargo, a pesar de que se ha reducido considerablemente el tiempo de creación de una empresa, España todavía no figura entre los países europeos en los que una compañía se constituye en poco tiempo. Es más. El estado español ocupa los últimos puestos del ranking de Europa en este campo.
España, no obstante, no es ninguna excepción y hay otros países en los que el período de tiempo que se precisa para crear una empresa sigue siendo elevado. Es el caso de Austria en el que el proceso tarda una media de 28 días y de Polonia con 32 días, siendo los países, junto con el territorio español, en los que más cuesta constituir una compañía.
Los países más rápidos
Estos datos contrastan con los de países en los que crear una empresa es muy rápido. Dentro de ellos cabe destacar el caso de Nueva Zelanda, en el que tan sólo se precisa de un día, o de Australia con dos días. Escaso tiempo igualmente es necesario en Hong Kong y en Singapur con tres días o en Bélgica y Hungría con cuatro días.
En Portugal se puede tardar en crear la empresa unos cinco días, plazo que se eleva hasta seis días en el caso de Italia, Dinamarca y Eslovenia. Por su parte, en Estonia y Francia son necesarios siete días y en Chipre y Países Bajos son ocho días.