El comercio del barrio sufre en muchos momentos los efectos de la popularidad de las grandes superficies que unifican consumo y ocio en un espacio especialmente atractivo en la ciudad. Sin embargo, si observas en tu entorno, podrás comprobar cómo algunas tiendas de barrio sobreviven al paso de los años y se consolidan como un motor fundamental de la vida local. Observa como cliente, cuáles crees que son los valores de esos negocios. ¿Cuáles son las tres formas de diferenciación en las tiendas de barrio?

Atención personalizada

Cuando un cliente compra en una tienda de su barrio, establece un vínculo a lo largo del tiempo. De este modo, cuando el cliente entra por la puerta de la tienda no se siente un número más, sino una persona cercana. Siempre hay espacio para comentar alguna anécdota puesto que el profesional que atiende en la tienda ofrece una comunicación personalizada que va más allá del propio asesoramiento en la compra.

Cercanía respecto del domicilio

Esta es una de las principales ventajas que los clientes valoran cuando hacen sus compras en una tienda de barrio. La comodidad de poder hacer un recado en un breve plazo de tiempo, disfrutando de un paseo hasta la tienda. Por esta razón, potencia el marketing por buzoneo para comunicar las ofertas en el entorno próximo de la tienda.

Esta cercanía es una comodidad para cualquier cliente, pero especialmente, para las personas mayores.

Servicios básicos

Las tiendas de barrio tienen tal importancia que incluso revalorizan las viviendas de la zona puesto que uno de los criterios que valoran muchas personas al elegir un barrio en el que vivir es que este tenga una red de servicios básicos tan importantes como supermercado, panadería, frutería, tienda de periódicos y revistas, cafeterías… Comercios que forman parte de la vida diaria de las personas porque la demanda así lo determina.

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