No es lo mismo trabajar en una gran empresa que en una empresa pequeña en la que el jefe puede ser tu padre o tu madre. Está claro que cada opción tiene sus ventajas y sus inconvenientes pero en general, en caso de que haya una buena relación familiar, puede ser mucho más gratificante trabajar con aquellos que quieres. Y es que, por ejemplo, el nivel de solidaridad y de compromiso entre los trabajadores con la propia empresa es mucho mayor en un proyecto en el que existen vínculos afectivos.
Por otra parte, sí es verdad que a nivel emocional puede desgastar pasar la mayor parte del tiempo con las mismas personas ya que al final, con la familia trabajas y también disfrutas de tu tiempo libre. Por esta razón, es esencial establecer pactos y saber diferenciar espacios. En el trabajo nunca se debe de intentar resolver un conflicto personal, ni tampoco, llevar a casa las preocupaciones de la oficina. De lo contrario, se corre el peligro de contaminar uno u otro ámbito.
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